sábado, 15 de octubre de 2011

Los reencuentros

Yo aún no he tenido la suerte de comprobar en mi propia piel el reencuentro con alguna de mis niñas (hasta ahora todas han sido féminas) que han compartido vivencias con Zar, con Ira y conmigo.

Viví con mucha intensidad el reencuentro de Marta con Zar, un momento muy emocionante no solo por mí, sino por Zar, ellos se merecían volver a verse, volver a olerse, volver a mirarse, volver a verse en el fondo de los ojos del otro, palparse con el alma, descubrirse y enseñarse en que habían cambiado , Zar es un locuelo atrevido y simpático que le roba el corazón a cualquiera, pero con Marta su reacción fue tan diferente a la que nos tiene acostumbrados, supo decirle, ey mira, tengo una mami, que me quiere con locura, que me adora, que me mima demasiado, que me comprende con solo un gesto, que sabe como voy a reaccionar con mirarme aunque sea de refilón, que me cuida, me malcría, porque sabes me deja subir a su cama a dormir y claro cuando hay alguna perrita en acogida, los primeros días no, pero luego, otra que se sube con nosotros, y ¿sabes que?, todo eso es gracias a TI. (y en ese momento es cuando ves que Zar ladea la cabeza un poquito hacia el lado derecho) y ves como Marta le abraza sin decirle nada.

Tengo ganas de ver alguna de mis niñas y notar ese gesto de complicidad, esa comunicación que pasa desapercibida para todos aquellos que no saben lo que es el amor incondicional, el amor que sienten ellos por ti,  que por poco que sea, para ellos de no tener ni sentir ningún afecto a tener cariño, comida y un sitio caliente para dormir, de la muerte mas eminente pasan a la vida, ese gesto, acoger un perro en tu casa, le salva la vida.

Estoy loca por ver a Nácar (ahora India), porque es mi bombón, mi dulce de leche, cariñosa, locuela, que supo en cada momento estar a la altura de las circunstancias, que me regalo momentos de gran ternura y amor, que me enseño a ver y apreciar que con muy poco ellos tienen bastante, que un poquito hoy se hace un mucho mañana, llore mucho, muchisimo cuando Nácar se fue con su familia, aún lloro escribiendo estas letras, aún la recuerdo, como en la nota que escribí sobre ella, recibiéndome los primeros días sin apenas moverse del sitio, como queriendo esconderse de mi mirada y a los pocos días venir corriendo a recibirme a la puerta con una alegría inmensa, su primer baño, su primer día en casa, el último.....

Y a Oli como echo de menos esas serenatas a las 6 de la mañana, mis ojitos de miel, trajo consigo ternura, serenidad y paz, Oli es una preciosa y dulce perrita que hace la delicias de cualquiera, inteligente y muyyyy educada, supo amar y disfrutar de nuestro cariño, con calma como si no se creyerá que eso era para ella, como si buscará la trampa, ¿has visto mi niña?, no hay trampa ahora eres feliz con una familia que te adora y te cuida como te mereces, pero Oli, no madrugues tanto, ya se que lo haces para así disfrutar del afecto y el cariño más tiempo.

Y Abril, buffff, mi amor, mi pequeña asalta trenes, como se te echa de menos, tus payasadas, tus tonterías de ultima hora, tus besos, tus ganas de vivir, lo bien que te lo pasabas con Zar corriendo como una locuela, tus abrazos como necesito tus abrazos mi pequeña, aunque Ira no lo diga también te echa de menos, sobre todo cuando usabas su caja para hacer tus cositas, no he visto perra más limpia y disciplinada.

Mis tres niñas, mis tres tesoros, que Zar ha sabido tan bien ayudarlas y darles a cada una lo que necesitaban, su espacio, sus momentos de juego, sus enfados porque le habían robado la cama o el juguete, pero Zar ha sido el mejor terapeuta que podían tener, les ha transmitido alegría, juventud y amor, bueno en esta casa, de eso hay mucho así es que esperamos recuperarnos rápido y seguir con la lista, pero ya sabéis pequeñas, vosotras siempre estaréis en nuestro corazón, y esperamos veros algún día y poder abrazaros y ver esa mirada de: gracias soy tan FELIZ.

1 comentario:

  1. Guau! me he emocionado leyendo tus sensaciones y emociones.
    Ahora estoy con una perrita que recogí de la calle esta Semana Santa y, como no me la puedo quedar, estoy con ella hasta encontrarle una familia.
    Pero me cuesta mucho separarme de ella y darla... tengo miedo de que la pueda pasar algo y también tengo miedo de que se sienta abandonada por mi al dejarla con otra familia.

    Creo que no sirvo como persona de "acogida", me encantaría ser más fuerte, pero lo paso fatal solo con pensar en que se irá algún día... y, sobre todo, si sentirá que la abandono.

    Gracias por hacer lo que haces...
    Un saludo!

    ResponderEliminar