jueves, 18 de junio de 2015

Ronnie nuestro Angel

Hay días que nunca quieres que lleguen, días que por desgracia están marcados en el calendario y que se graban en nuestra piel y en nuestro corazón a fuego.

Es un día muy duro para mi, ni me imagino lo duro que debe ser para mi gran amiga Marta y para Jay, mis queridos amigos habéis luchado todo lo  posible y lo imposible, habéis sacrificado muchas cosas por estar a su lado y ayudarle a ser feliz en sus últimos días con vosotros igual o más como en los primeros, vuestra fuerza y entrega a alargado su estancia en este mundo, su marcha decían los entendidos estaba prevista mucho antes, pero claro, no contaban con vuestro coraje y vuestro cariño, ni con el afan de lucha y ganas de vivir que Ronnie tenía como aliado.

Siempre se me ha dado mejor plasmar mis sentimientos escribiendo, últimamente siento demasiado dolor y mis dedos no quieren ser guiados por el corazón, un corazón afligido por tantas perdidas de seres queridos  y que año tras año va haciendo estragos en mi. El que no entienda lo que sentimos cuando un miembro de nuestra familia nos deja es porque es un ser sin corazón, Ronnie no era solo un perro como muchos pensarán, era un ángel, un ángel en cuerpo de galgo, y fue a dar con otro angel, su complemento perfecto humano, su alma gemela, la que ahora llora su perdida y que nunca podrá olvidar esa conexión que los unía, porque siempre estarán unidos, su corazón y su alma viajarán juntas eternamente.

Si he de elegir una foto... un momento..., me quedo con el fin de semana que pasamos juntos, lleno de cariño, complicidad, amor, juegos, risas.....


Vuela alto Ronnie, cuida de mi Ira, Nerón te enseñará el camino de las cosas deliciosas y los peluches para destrozar.

Marta os quiero y ojala pudiera estar ahora mismo a tu lado, abrazandote sin hablar, sin decir nada, llorando junto a ti, ojala estas lagrimas que derramo pudiera derramarlas junto a ti, ni hay palabras de consuelo, ni nadie que pueda calmar tu dolor, intenta quedarte con lo feliz que ha sido a tu lado y lo feliz que te ha hecho.



viernes, 30 de enero de 2015

Mi pequeña Ira

Hace ya unos meses que te fuiste de nuestro lado, no dejo de pensar en todos aquellos momentos que nos hemos perdido juntas, la vida no es justa y siempre se van los mejores antes de tiempo, pero a ti mi niña, tu que nunca hiciste daño a nadie tu que fuiste tan sutil  siempre, que nunca le quitaste la calma a nadie, más bien al contrario, tu que siempre me esperabas en la puerta de la cocina cuando me oías llegar y sabías darme justo lo que necesitaba, tus miaus acertados, tus mimos silenciosos, tus ronroneos suaves, meses sin verte en casa y aún te veo por el rabillo del ojo, aún noto tu presencia cuando me voy a dormir, aún noto tu dulce lametón de buenas noches y el de buenos días, Zar sigue buscándote y no entiende que la niña, la jefa de mi manada no este ya en su silla, en su respaldo del sofá o subida en la mesa poniendo orden.

Mi niña te echo tanto de menos, maldito cáncer, maldito sea que me arrebata de mis brazos lo que más he querido, no quise dejarte sola en ese momento, a pesar de que los veterinarios me lo propusieron, dejarte y que te llevaran a una fría sala, morir con gente desconocida, con lo que tu aborrecías los desconocidos y los veterinarios, duro acompañarte en ese momento, pero moriste en mis brazos, envuelta en tu mantita y con mis besos, ni una lágrima deje que empañara nuestro momento, nuestro adiós, para eso ya habría tiempo, pero tu debías irte feliz, en brazos de la que más te ha querido en este mundo, de la que daría años de su propia vida para volver a tenerte entre mis brazos, para poder jugar contigo y oírte maullar con ese miau tan característico, tu vela siempre seguirá encendida a tu lado, ningún otro podrá sustituirte jamás.

Te quiero mi niña, espero que allá donde estés puedas verme y escaparte un ratito y poder lamer mis heridas, yo seguiré soñando que estas aún aquí, que fue un mal sueño y que nada ni nadie te ha arrebatado de mis brazos.