domingo, 30 de octubre de 2011

Wanda

Pues ya tenemos otra vez una perrita en acogida, ha sido más rápido de lo que yo me esperaba, aún no estoy del todo bien, pero hay perros que parecen están destinados a cruzarse en el camino de uno sin buscarlo.

De Wanda nos dieron un aviso una chica que la había recogido en un polígono y no podía quedarsela durante más tiempo en su casa o eramos nosotros (Galgos112) o era la protectora, así es que Rafael (al que como él bien dice, la gente parece que le haya cogido el número y no paran de aparecer galguitos) y yo fuimos a buscarla, Wanda se mostró siempre alegre, contenta y juguetona, lo normal para una perrita de su edad, una jovenzuela que le roba el corazón a todo el que la conoce.

Decir que Wanda es cariñosa es decir poco, normalmente a todas las galguitas que he tenido de acogida les pongo un mote cariñoso, Wanda es una osita amorosa, siempre dispuesta a darte abrazos, besos y si le dejas subirse a la cama apoya su cabecita en la tuya con tal suavidad y ternura que te dan ganas de comértela a besos, eso sí ronca, jajajajaja.

Wanda es un trasto con patas, feliz de la vida porque no ha sufrido en sus carnes el maltrato, el desprecio, la soledad, ha sido una perrita que tuvo la suerte de cruzarse con una buena persona que la recogió, la subió a su coche sin pensárselo dos veces, sin ver si cabía o no en su casa, sin pensar que 3 perros ya en casa eran muchos, personas de las que hay pocas pero de las que por suerte hay, gracias a esta persona, Wanda tendrá una segunda oportunidad, una posibilidad a tener una familia que la quiera, la trate como ella se merece.

Wanda empieza una nueva vida y pronto muy pronto, Wanda encontrará a su media naranja humana, esa persona que se enamore de ella solo con verla, esa persona que diga, está esta sera mi niña, mi compañera, mi amiga.

Suerte Wanda, mientras tanto, ya sabes, te quedas en casita, jejejejeje.


sábado, 15 de octubre de 2011

Los reencuentros

Yo aún no he tenido la suerte de comprobar en mi propia piel el reencuentro con alguna de mis niñas (hasta ahora todas han sido féminas) que han compartido vivencias con Zar, con Ira y conmigo.

Viví con mucha intensidad el reencuentro de Marta con Zar, un momento muy emocionante no solo por mí, sino por Zar, ellos se merecían volver a verse, volver a olerse, volver a mirarse, volver a verse en el fondo de los ojos del otro, palparse con el alma, descubrirse y enseñarse en que habían cambiado , Zar es un locuelo atrevido y simpático que le roba el corazón a cualquiera, pero con Marta su reacción fue tan diferente a la que nos tiene acostumbrados, supo decirle, ey mira, tengo una mami, que me quiere con locura, que me adora, que me mima demasiado, que me comprende con solo un gesto, que sabe como voy a reaccionar con mirarme aunque sea de refilón, que me cuida, me malcría, porque sabes me deja subir a su cama a dormir y claro cuando hay alguna perrita en acogida, los primeros días no, pero luego, otra que se sube con nosotros, y ¿sabes que?, todo eso es gracias a TI. (y en ese momento es cuando ves que Zar ladea la cabeza un poquito hacia el lado derecho) y ves como Marta le abraza sin decirle nada.

Tengo ganas de ver alguna de mis niñas y notar ese gesto de complicidad, esa comunicación que pasa desapercibida para todos aquellos que no saben lo que es el amor incondicional, el amor que sienten ellos por ti,  que por poco que sea, para ellos de no tener ni sentir ningún afecto a tener cariño, comida y un sitio caliente para dormir, de la muerte mas eminente pasan a la vida, ese gesto, acoger un perro en tu casa, le salva la vida.

Estoy loca por ver a Nácar (ahora India), porque es mi bombón, mi dulce de leche, cariñosa, locuela, que supo en cada momento estar a la altura de las circunstancias, que me regalo momentos de gran ternura y amor, que me enseño a ver y apreciar que con muy poco ellos tienen bastante, que un poquito hoy se hace un mucho mañana, llore mucho, muchisimo cuando Nácar se fue con su familia, aún lloro escribiendo estas letras, aún la recuerdo, como en la nota que escribí sobre ella, recibiéndome los primeros días sin apenas moverse del sitio, como queriendo esconderse de mi mirada y a los pocos días venir corriendo a recibirme a la puerta con una alegría inmensa, su primer baño, su primer día en casa, el último.....

Y a Oli como echo de menos esas serenatas a las 6 de la mañana, mis ojitos de miel, trajo consigo ternura, serenidad y paz, Oli es una preciosa y dulce perrita que hace la delicias de cualquiera, inteligente y muyyyy educada, supo amar y disfrutar de nuestro cariño, con calma como si no se creyerá que eso era para ella, como si buscará la trampa, ¿has visto mi niña?, no hay trampa ahora eres feliz con una familia que te adora y te cuida como te mereces, pero Oli, no madrugues tanto, ya se que lo haces para así disfrutar del afecto y el cariño más tiempo.

Y Abril, buffff, mi amor, mi pequeña asalta trenes, como se te echa de menos, tus payasadas, tus tonterías de ultima hora, tus besos, tus ganas de vivir, lo bien que te lo pasabas con Zar corriendo como una locuela, tus abrazos como necesito tus abrazos mi pequeña, aunque Ira no lo diga también te echa de menos, sobre todo cuando usabas su caja para hacer tus cositas, no he visto perra más limpia y disciplinada.

Mis tres niñas, mis tres tesoros, que Zar ha sabido tan bien ayudarlas y darles a cada una lo que necesitaban, su espacio, sus momentos de juego, sus enfados porque le habían robado la cama o el juguete, pero Zar ha sido el mejor terapeuta que podían tener, les ha transmitido alegría, juventud y amor, bueno en esta casa, de eso hay mucho así es que esperamos recuperarnos rápido y seguir con la lista, pero ya sabéis pequeñas, vosotras siempre estaréis en nuestro corazón, y esperamos veros algún día y poder abrazaros y ver esa mirada de: gracias soy tan FELIZ.

sábado, 8 de octubre de 2011

Homenaje a los galgos y podencos.

Desde pequeñita siempre me han gustado los galgos, siempre que  los veía  me entusiasmaba su porte, su elegancia, su carisma, su mirada, su ternura, siempre me preguntaba porque la gente me decía que yo no podía tener un galgo, me decían: Tú un galgo, pero si tu no cazas, para que quieres un galgo. Yo siempre le daba vueltas a esa respuesta y siempre decía: es un perro, ¿no?, no creo que sea tan diferente al resto, la respuesta era anda anda tu estas loca, los galgos necesitan correr, estar en el campo, esa es la mejor vida para ellos.

Empecé a investigar a saber de las atrocidades y crueldades que padecían, a saber y conocer que la vida de los galgos, podencos y perros de caza era en lineas generales una tortura continua, un despropósito de aquellas personas que se creen con derecho sobre unos seres tan especiales, un insulto a la naturaleza creyendo que pueden hacer los que les venga en gana, empecé a descubrir también que había ya asociaciones y personas como yo, preocupadas por ellos, los invisibles, por fin tenían aliados.

Por el camino se han ido muchos ángeles, ángeles con derecho a vivir, que un mal nacido desgraciado ha decidido jugar a ser Dios y decidir quién debe vivir y quién no, gentuza sin corazón, ni sentimiento que lo único que lo mueve es el asesinato y la tortura de seres indefensos que estoy segura que si ellos tuvieran la posibilidad de hacer al ser humano lo mismo, nunca lo harían, nunca tendrían ese odio, esa desfachatez a juzgar quien debe seguir luchando por un asqueroso y mugriento chusco de pan duro.

Desde estas sencillas líneas quiero dar un gran homenaje a todos esos Ángeles que han sufrido por culpa de asesinos con veda abierta, que no van a sufrir ninguna consecuencia por sus atroces actos, bestias inmundas que no deberían ni tan siquiera tener el derecho a vivir en el mismo planeta que sus victimas, Ángeles que han tenido la suerte de encontrar personas buenas y con capacidad de raciocinio, que han luchado para que su situación cambiara,  personas que han dado el todo por el todo, que no han tirado la toalla, que siguen y estoy segura que seguirán pese a las adversidades siguiendo luchando por y para ellos, porque ellos son su voz, son sus alas, aquellas que una vez intentaron cortar y que empiezan a crecerles de nuevo cuando son salvados, rescatados, curados, acogidos y por fin adoptados.

Fijaros bien cuando veáis un galgo por la calle que ha sido adoptado o este en acogida, mirar sus costados, porque si te fijas bien se le ven las alas y cuando se gire la persona que lo acompaña, mirale la espalda, porque también sus alas son preciosas, para verlas, cierra los ojos y abre los ojos del corazón, esos que te dejan ver los sentimientos y te enseña la belleza que importa la del interior, dejate llevar por esos ojos, haz que tu vida siga esos ojos, si lo consigues, tú vida cambiará tanto que te sumaras a la lucha, tu yo dormido despertará y verás como todo tu ser cambia y te anima a luchar por ellos, porque ellos nos necesitan.