viernes, 9 de noviembre de 2012

La desgracia de nacer galgo en España

Temporalmente había dejado este blog, porque ultimamente no hago de casa de acogida y pese a tener a dos galgos adoptados y tener mil y una anécdotas que contar no lo había creído conveniente, aunque la vida en mi casa no es tan diferente de cuando iban entrando y saliendo.

Pero hoy al ver una terrible imagen no he podido dejar de aportar mi pequeñisimo granito de arena.


Está horrible imagen es de un cachorro de galgo, una imagen que no puede dejar impasible a nadie, cuando he visto está dolorosa imagen he ido a darles un beso a mis niños y taparlos mejor con su mantita, he ido a asegurarme que ellos están bien y que se han podido librar de esto, que pese  a lo que hayan pasado en su anterior vida ahora duermen calientes y son los más mimados no solo de mi casa sino de la escalera, lloro impotente viéndole porque seguramente si hubiese tenido una oportunidad ahora sus huesos podrían yacer en un cómodo sofá y mover su rabito travieso cuando alguien se acercará a él para arroparle como yo he hecho con Zar y con Suri mientras lloraba de impotencia, de rabia, desconsolada porque esto no tiene consuelo, porque está foto demuestra la crueldad del ser humano, de esos que nos encontramos a diario, en el ascensor, comprando el pan, que vienen a mirarte el contador....., seres (no puedo ni decir que sean personas) que juegan a ser dioses, que creen que todo les pertenece que el resto de especies vivas que pueblan la tierra son para su uso y disfrute, que talan arboles, contaminan ríos, matan  y torturan animales...

Me gustaría poder decir que esto algún día se acabará que las personas malas dejarán de existir, pero la única manera que creo que esto podría acabar sería que el homo sapiens desapareciera de la faz de la tierra, de aquella que le ha dado la vida y la posibilidad de prosperar, y la que nosotros ahora torturamos, explotamos y destruimos sin compasión, arrasando todo por donde pasa, destruyendo lo que miles de años ha permanecido intacto, evolucionando.

DEP pequeño, tu sufrimiento ha llegado a su fin y perdonanos, a todos, a los que te lo hicieron y a los que no pudimos llegar para salvarte la vida, perdonanos tú que puedes que tienes esa capacidad innata de querer a todos sin excepción, porque yo no puedo, no puedo perdonarme no haberte visto y haberte podido salvar la vida pese a la distancia que nos separa, no puedo perdonarme pertenecer a la especie que está llevando a la destrucción un planeta tan maravilloso, perdoname por no poder llegar a más corazones con mis palabras, perdoname por no poder hacer temblar más labios y derramar más lágrimas al leer lo que has sufrido. Te prometo que seguiré luchando y escribiendo hasta el final de mis días, espero verte allá donde estés, porque yo quiero estar con vosotros con los puros de corazón, con los que aman sin esperar nada a cambio.