sábado, 5 de mayo de 2012

Que es ser casa de acogida II

Quizás hayan días en la vida que te enseñan hasta donde llega tu paciencia, hoy ha sido uno de ellos, uno de los que dices, hasta aquí hemos llegado y notas como empieza tu mente a escupir todo lo que piensas, suerte que tengo autocontrol y he conseguido zafar mi boca y dejarla cerradita.

Yo entiendo que la gente no tiene porque saber que significa ser casa de acogida, los pros y los contras, lo que te puedes llegar a encontrar, pero que se rían en tu cara cuando explicas que una flexi puede matar un galgo, pues la verdad como que se te hinchan las narices.

Ser casa de acogida no es meter un perro en tu casa y ya está, pocas veces se sabe como es el perro cuando llega a la casa de acogida, porque ha sido rescatado de la calle, de una misera vida, si la casa de acogida no tiene claro cual es su misión, que debe hacer desde el minuto 1 que entra el perro en su casa, es cuando vienen los problemas, tenemos que ser conscientes que es un perro recién rescatado y no sabemos sus reacciones, puede querer comerse a tu gato, puede quedarse escondido en un rincón durante días sin querer moverse de allí, puede intentar saltar por una ventana, puede no querer andar con la correa, puede tener pánico al verte con un paraguas, puede incluso tenerle miedo a tu pareja, a tu padre...., puede que quiera salir huyendo e intente abrir la puerta de casa, y la arañe entera, puede venir en un estado de estres tan grande que se golpe contra las paredes, todas y cada una de estas situaciones las he sufrido con alguno de mis acogidos, sin ya contar los posibles destrozos que te puedan hacer en casa por ansiedad o los miles de pipis y cacas que he tenido que recoger.

Con esto no quiero asustar a nadie, las casas de acogida son muy necesarias e importantes, sin ellas no se podrían rescatar muchos de los galgos o podencos que ahora viven felices con sus adoptantes, las casas de acogida tienen una misión muy clara rehabilitar un perro, tanto física como psicológicamente, es una labor muy gratificante, te mueres de felicidad cuando ves un pequeño paso, cuando ves que consigues que salga de ese rincón y venga a pedirte mimos, cuando ves que empieza a caminar con la correa, cuando ves que empiezan a cambiar la mirada, cuando vienen a despertarte por las mañanas aunque sea con serenatas, porque eso es un avance, cuando se suben a tu cama jugando contigo, mordisqueandote los dedos de los pies, cuando los ves empezando a disfrutar realmente de la vida. Te sientes tan orgulloso, no por ti sino por ellos, porque ves que su vida empieza a tener sentido, porque ves que a partir de ahora la cosa solo puede ir hacía adelante, porque sabes que ahora sí es Feliz.

Yo animo a que la gente sea casa de acogida, pero sabiendo que significa, que se puede encontrar y si realmente está preparado para aguantar todo lo que puede llegar a pasar, es posible que no pase nada de lo que he dicho antes,  pero eso es suerte y es mejor ir con la ideas claras, sabiendo que tu labor no solo es meter el perro en casa el tiempo que este hasta que se adopte, sino darle un sentido a su vida, apoyarle en todos los momentos, aunque te hayan mordido el mando a distancia, dejarle su espacio si no quiere mimos, evitar situaciones que le provoquen estres y controlar la ansiedad por separación, porque ellos en cuanto ven en ti a alguien que le da cariño, comida, protección, sin gritos, sin golpes, aprenden a no querer despegarse de ti, crean una dependencia hacia ti porque hasta ahora no sabían lo que era el cariño, las caricias, las palabras cálidas, los mimos, las risas con sus payasadas, ellos son felices sintiéndote feliz e intentaran pasar las máximas horas contigo, por eso hay que saber hasta que punto darles ese cariño, nunca sobreprotegerles, porque esa depedencia les frustra, y cuando te vas de casa les duele, sufren tu ausencia de tal manera que lloran, rompen cosas,.....

No me arrepiento de ninguna de las acogidas que he hecho por mucho que me hayan hecho en casa, aunque me haya quedado sin vacaciones, por no poder hacer según que cosas porque tenía que volver a casa, por haber hecho cientos de veces las salidas falsas y quedarme en la calle helada de frío esperando el tiempo que tocaba para volver a casa, por las noches que no he podido dormir con la tos de la perrera de alguno, por las primeras noches de sus esterilizaciones, por las carreras si han tenido fiebre, por los favores que he tenido que pedir por ellos, porque para ellos todo me parece poco.

Para mis ángeles tanto de 2 como de 4 patas, gracias a los de 2 por vuestro apoyo, cariño, ayuda desinteresada y estar siempre al pie del cañón y a los de 4 por hacerme tan feliz, por enseñarme que la vida es mejor con vosotros a mi lado, por darle sentido a mi día a día.